En este mundo lleno de tensiones entre la puja por la diversidad y la normalización hegemónica de todo, muchas veces creo que a la persona que decide comer plantas hasta al punto de basar su alimentación de ellas, se le exige pulcritud al estilo eat clean
Y pienso ahondar un poco en esta idea. Pero antes una breve introducción.
Comer más plantas es un imperativo que responde a métricas basadas en evidencia en salud individual, colectiva y planetaria. Debemos transformar nuestras formas de producir y consumir, porque no sólo nos estamos alimentando de un sistema roto, sino que el mismo rompe y nos rompe. Y esos datos, números y estadísticas están a la vista con una simple búsqueda. No es una data encriptada.
Ahora bien, sabemos perfectamente que la alimentación es una construcción sociocultural, que comemos por y con amor al compartir o compartirnos, por enojo, por placer y por un sinfín de razones mas que no responden solo a un evento de satisfacción nutricional de supervivencia. A la alimentación la colocamos dentro de un paquete, junto con otras cosas, y la llamamos CULTURA.
En base a esto, y a que siempre nos llenamos la boca hablando de situaciones en las cuales la alimentación juega diversos roles, me pregunto: ¿’por qué le exigimos más pulcritud a una persona que se alimenta a plantas? O dicho de otra manera: ¿por qué exigimos más pulcritud a la persona que cuestiona el régimen establecido y se aleja de la norma esperada?
Desde el minuto uno que la persona decide alimentarse a plantas, siendo las mismas su ingesta predominante con algún que otro alimento mínimamente procesado (como incorpora la definición de alimentación basada en plantas), pedimos, exigimos y CUASI supervisamos que SIEMPRE sea así. Al borde de una sentencia por posicionamiento.
Y voy con algunos ejemplos. pero sabrán que tengo varios, pues no solo me dedico a escuchar a personas que pasan por esto sino que soy una de ellas y la edad junto con la historia que tengo dentro del tema me avala a hablar con un poquito de sarcasmo, ya saben: no es personal…es político.
“¿Pero como vas a comer fideos de legumbres? ¡Eso es un procesado! ¡Come legumbres así como vienen!”
“Alfajores caseros veganos de harina de sarraceno? ¡No hay que comer alfajores¡ come plantas y sarraceno hervido. Eso tenes que comer”
“Tofu? Hacelo en tu casa!!!
“hamburguesas de legumbres? Hacelas vos, son re fáciles”
Y miles de ejemplos que en vez de asegurare una transición alimentaria que colabore con un proceso amigable, solo se esmeran dificultar el camino de incorporación de hábitos nuevos en una persona que decide salirse un poco de la gran matrix alimentaria
….a decir:
- Las personas que se (nos) alimentamos a plantas somos personas jajaaj. Lo aclaro porque capaz que no se, piensan que venimos de otro espacio/lugar donde no nos convoca la comensalidad.
- Elegir comer mas plantas es un acto que nos permite no renunciar a nuestros principios éticos (ejemplo: no comer animales), y gracias a la infinidad de propuestas piolas tampoco vamos a renunciar a ser felices mientras comemos.
- Comer plantas es rico, así como están. ESO ES CIERTO. Pero la cultura de la dieta, la agroindustria en nuestros platos y la infinidad de propuestas de comestibles llenos de estrellitas de colores (aditivos, conservantes, resaltadores de sabor) nos alejan mucho de este sentir y nos conectan con las plantas desde un lugar represor y soso. Nada mas lejos de la realidad. Transformar esta forma en la que nos enseñaron a vincularnos con los alimentos es super liberador.
- Esto ultimo no significa que no nos guste comer algún chocolate, alfajor o alguna que otra papa frita (o lo que gustes) igual que a cualquier otro simple mortal.
- Comer es político, y esto otorga sentido a nuestras practicas para dejar de lado el piloto automático, reconocer nuestros privilegios y hacer bien uso de ellos.
- Comer legumbres, plantas diversas, frutos y semillas es un viaje delicioso de ida. No es una sentencia, ni una dieta…
Para mi, es un gran acto de amor no egocéntrico ya que no sólo me contempla a mi, sino que a toda la humanidad y al espacio que habitamos. ¿Se nos va a exigir mas que eso? Es un montón ya jajaja.
Tkm Nutriló…
También está la “autoexigencia” esa puede ser más peligrosa. Tuve una etapa muuuy heavy que creo haber superado. Gracias Ro!
Sin duda!!!
Claaaaaro, como dijiste alguna vez: “somos personas, no extraterrestres”.
Cuando pasan estas situaciones pienso: bueno, por empezar parece que nos estamos pasando por alto la definición de lo que es una alimentación plant-based.
Menos exigencias y más disfrute… Incluyendo en la ecuación al planeta y a los demás animales ✊?
Aguante comer plantas y este sitio que expande la info???
tal cual!! gracias!!!
Me encanto el post y me emociono porque últimamente pensaba esto. Somos más empaticos y críticos con el mundo que nos rodea y encima se nos exige más? Es un montón… lo que me alivia es que a mi círculo les implante una semillota y todes están alimentándose más plant based. El asadito al que me invitan ya tiene más colores que carne, hace un año me criticaban hoy van adoptando una nueva forma de alimentarse. Creo que de eso se trata, de responder con amor y de a poco se produce el cambio.
🙂 gracias!!!
Tan cierto, en el trabajo no hay día que no me juzguen lo que estoy comiendo. Y veces me la creo y me exijo más, como si tuviera que rendirles cuentas… y me repito tus palabras: soy una persona…
Gracias Nutriló
Hermoso lo redactado. Mis familiares y amigos no me juzgan pero si hacen preguntas y comentarios incómodos cuando nos juntamos a comer. Al estilo: pero vos comes papas fritas? Podes comer queso si alguna vez tenes ganas?. Preguntas que logran que los que están en la reunión se den vuelta y te miren como un extraterrestre.
Justamente en estos días leí una crítica que le hicieron a una influencer vegana que compartió una receta de papas hechas en la freidora de aire. (Me) cuestioné esto mismo que planteás en tu texto. Hasta parece que los fiscales de la alimentación ajena quieren vernos “fallar” para refutar que podemos vivir alimentándonos de plantas.
Buen aporte! tal cual!