“Me inflo como un globo”: sobre boom de las patologías digestivas.

Primero dejame decirte que hace mucho tiempo que quería escribirte sobre esto, porque es un tema por demás de prevalente y con agudeza sintomatológica en la actualidad. Ya he dado varias disertaciones y brindado muchas clases sobre patologías digestivas en @nbp.posgrado. Pero también tomé cursos y me diplomé en el tema. Por supuesto que atendí a muchos consultantes, armé muchos planes alimentarios para diversas y complejas patologías gastrointestinales y también hice varios reels y hasta un episodio de mi podcast.

Pero todo siempre me queda con gusto a poco. Porque no se qué te parece, pero las diversas sintomatologías/patologías gastrointestinales han ido en aumento en los últimos tiempos. Muchas personas están modo: “deje tal alimento porque me inflama”, “tengo sibo”, “estoy yendo al gastro”, “siento que no puedo comer nada que todo me hace mal”, ¿te suena?. Asociado a esto tenemos una sobredosis de información en redes sociales que muchas veces nos confunde más.

Y esto, tiene varias y serias explicaciones que en este blog te invitaré a explorar

Te propongo comenzar de lo macro y lo micro, de lo general a lo particular o del contexto al sujeto:

*El punto de partida: el sistema alimentario: Los productos de pésima calidad que nos pone a disposición el sistema alimentario a precios cada vez más accesibles y calidades cada vez mas deplorables, y las formas de producción de todo lo que hoy consideramos alimento, es de los primeros lugares a analizar.

El consumo de ultraprocesados en Argentina hoy es de 190kg/perosona/año, esto es mucho producto que no solo desplaza la posibilidad de incorporar alimentos sanos y seguros (como vegetales, legumbres, etc) sino que también sus componentes impactan directamente en la microbiota intestinal y por consiguiente en la salud de manera sistémica. El consumo de estos productos  aumentan el riesgo de contraer enfermedades no transmisibles,   patologías intestinales  y depresión, entre otras condiciones (realmente hay mucha evidencia cientifica en todo esto, es imposible citar todo y quedaría por fuera del objetivo de este blog)

Por otro lado, su impacto no termina acá, sino que también está en sus envoltorios de plásticos, que van a permanecer en este planeta por cientos de años, rompiendo suelos, agua y por ende territorios.

En otro orden, los sistemas actuales de producción agroindustrial junto con la sojización destinada a alimentar millones de animales “de consumo”, desertifica y agota a los suelos.

Suelos enfermos, conducen a darnos alimentos enfermos y por consecuencia cuerpos enfermos. El desequilibrio en la microbiota de los suelos debido a la agricultura convencional cargada de agroquímicos y explotación, llega a nuestra propia microbiota. Y si, porque todo tiene que ver con todo.

El investigador Heribert Hirt en uno de sus tantos artículos nos explica “Cómo están interconectados los microbios beneficiosos del suelo, los alimentos y el intestino, y cómo la agricultura puede contribuir a la salud humana”.

Y ya son incontables las veces que mencione al concepto “una salud” es decir  la integración de la salud animal, ambiental y social

*Estilos o modos de vida: la famosa “vida moderna”, en la que la mayoría de las personas estamos sumergidas. Esto conlleva a una disrupción no solo de nuestros ciclos (circadianos y hormonales, por ejemplo) sino a un constante contacto con conductas que nos alienan, y nos corren de la salud o de la autogestión de la misma. Mientras más desconectados estamos, mayores posibilidades de que emerja el síntoma como aviso o red flag, justamente de esta desvinculación.

Ante estas “papas calientes” de personas dando una banda de síntoma (que sin duda hay que tenerlo en cuenta, porque con dolor menos aún se puede pensar) la medicina hegemónica, muchas veces con rasgos irreflexivos, busca paliar y quizás el remedio termina siendo peor que la enfermedad. La salud no es tomar medicaciones para dormir el síntoma (reitero: aunque a veces es super necesario), sino descubrir cuáles son los factores que generan y refuerzan ese síntoma. Para trabajar con estrategias sobre el origen, no en el final.

Como concecuencia: personas polimedicadas, bombas del tiempo, con dietas de restricción sin saber muy bien por qué, pero funcionales a una determinada manera de vivir, producir y por ende enfermar y morir.

*uhh pero por qué lo dice tan brusco*

Cuales son los componentes de esta “vida moderna”:

(el orden que establecí NO es por magnitud de impacto)

1. Uso de pantallas: no me voy a detener en todo lo que se viene estudiando sobre las consecuencia del sobreuso de pantallas, sobre nuestra salud y nuestra dopamina. Pero si decir que esto afecta directamente a la microbiota intestinal. Numerosos son los estudios que evalúan el impacto del uso de dispositivos en la depresión y ansiedad a cada vez más temprana edad.
2. Sedentarismo: y no solo hablo de la falta de actividad física  programada y planificada , sino al movimiento diario. Entrenar 2-3 horas semanales no te exime de ser sedentario. Sumar pasos diarios, cortar con las estática que propone la mayoría de nuestros trabajos o inclusive el mundo del ocio y recreación y hacer pausas activas, son tan o más importantes que el entrenamiento planificado. Y aunque no lo creas, esto también modula el funcionamiento de nuestro sistema digestivo.
3. Modulación del estrés, manejo de emociones, vínculos sanos. ¿Dificil? no, lo siguiente. Planificar la esperanza junto a otros, entusiasmarse con proyectos personales, desarrollar una habilidad o hobbie, darle curso vital a los deseos y proyectos, forma parte de la autogestión de la salud mental.  Y si no es posible, consultar a profesionales que comprendan la problemática desde la salud integral.
4. Contacto con la naturaleza  Somos parte de un gran sistema biodiverso y también nos nutrimos de eso. De los microorganismos de la tierra, el pasto, de los demás animales con los que compartimos nuestro hogar, del sol, etc.
5. Alimentación, lo dejé para la ultimo pero no porque sea lo menos importante, sino porque es lo más evidente. Ya sabemos que nuestros hábitos alimentarios regulan y modulan nuestros procesos químicos y biológicos. La alimentación puede ayudarnos a prevenir enfermedades no transmisibles, contribuir a nuestro humor, colaborar en nuestra longevidad plena. Todos nuestros procesos están mediados por esos nutrientes que incluimos -o no-  a nuestro organismo. Asi de importante es. Sabemos que las alimentaciones más basadas en plantas promueven una microbiota intestinal compleja, diversa y nutrida

*Individualidad: así y todo, hay personas que “hacen todo bien” y tiene complicaciones/síntomas gastrointestinales, WHY??!! Porque te puede pasar, nadie está exento. Porque depende de muchos más factores aún, como por ejemplo: cómo naciste, dónde y cómo vivis, cómo te alimentaste en tu infancia, cuáles actividades desarrollaste, por cuál situación estas pasando hoy, entre muchos otros factores.

Para ir cerrando, te dejé algunas propuestas en este post. (Si es que no venís de ahí)

La salud es compleja y multifactorial, lo que no implica que sea dificil de gestionar. Empecemos por aquello que si podemos modificar, hacer poco no es lo mismo que no hacer nada. Poco es mucho más que nada. No dudes en consultar a un profesional que tenga en cuenta todas estas variables, y que te permita llegar a una mejor salud digestiva, porque: es posible.

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TKM. Nutriló