Comiendo plantas en navid…. todos los días.

Hola persona que lee, antes que nada te quiero agradecer por ello y por leerme todo este año.  Y luego decirte que, este escrito no propone sembrar cátedra ni vigilantear sentipensares ajenos, sino que simplemente es una reflexión que busca habitar y luego habilitar diversidad. Porque no todxs nos sentimos igual ante las mismas fechas, festejos o estímulos. Y eso está bien.

Comer plantas y tener un posicionamiento ético al respecto, se siente distinto a cualquier otro posicionamiento.

Y sí, todxs estamos posicionados, hasta quien dice y cree no estarlo. Pero esto es para otra conversación, para otro día.

Para quienes comen -comemos- plantas, estas fechas de festejo a nivel masivo pueden significar mucho, tanto que en este escrito no se podría contemplar ni aunque quisiera, semejante diversidad de sentimientos. Cargamos en nuestro interior con algo que no decimos: nos apena mucho y hasta nos angustia saber que ésta es la época donde más animales se comen. Tantos que ni los dimensionamos.

Obviamente esto ocurre una vez que tomamos contacto o conocemos esta situación. Sino generalmente, estamos sumergidxs a nivel estructural en un determinado sistema de creencias que nos instala que comer animales es natural, normal, necesario y por supuesto: identitario. ¡Como no vas a comer asado! ¡que insulto! no? (jaja)

Quienes comen plantas, van a la cita familiar (o la que sea) con su recipiente lleno de vitel toné vegano, no mayo y pandul sin derivados de animales. Un recipiente lleno de ricuras seleccionadas para ser felices, pero también lleno de esperanzas, de amor y de valor.

Porque hay que tener valor para no sólo sentir y pensar, sino hacer, sin importar tanto lo que piense el resto. O importando mucho mucho, pero sacando fortaleza hasta desde donde no se la tiene para anteponerse a dichos, burlas y a un sin fin de comentarios innecesarios al estilo “eso no es mayonesa” o “eso no es nutritivo”, pasando por hablar de las proteínas y el calcio EN UNA CENA DE NAVIDAD NO ME ALCANZAN LAS MAYUSCULAS QUÉ LES PASA SEÑORXS.

Probablemente hasta sea la primera vez que hagan o compren este tipo de preparaciones, y que lleven “un poco de más” por si alguien macanudo quiere probar algo, y en ese instante mirarlos expectantes a ver qué cara ponen. Siempre con la ilusión interna, a veces más presente otras más agotada, de que el resto coma más de eso y no tanto “de lo otro”.

Y desde el amor y mi propio recorrido en el tema tanto de manera profesional como personal, creo estar habilitada para decirles un par de cositas:

Si comes plantas y hoy (o en cualquier evento) compartís con personas que no o que inclusive notas bocha de resistencia:

1. Come tus plantas, se feliz con ello. El resto es el resto. No te demores tanto donde no puedes cambiar las cosas. Además no siempre estamos con la fortaleza de estar en trinchera, y eso está bien.
2. A veces las personas que más cerca están, son las que menos comprenden esto. Lo bueno: siempre hay personas que podemos elegir para que nos acompañen (y acompañar) en el camino.
3. Sentir no es un error. Que nadie nos haga creer lo contrario.
4. No estás obligadx a dar explicaciones sobre el vitel toné que no es vitel toné. A lxs defensores de nombres, se les responde con: “llamalo como quieras si te hace feliz ¿sabés que podés hacer eso, verdad?”. jajaja.
5. Mucho menos dar explicaciones sobre salud, proteínas, calcio y domases. No es el lugar, no hace falta y esto hay que hacerlo notar.

Si no comes plantas, y no te importa en absoluto o simplemente no es tu lucha…

1. 1. Que la otra persona tenga un plato distinto al tuyo, no es una búsqueda personal adrede para hacerte sentir mal. Esta ahí con su plato, tranqui. No es un enemigo, es una persona más. Y si pica, rascate 🙂
   2. No hace falta hablar de nutrición. De verdad. Hace desde el mediodía del domingo que estás mirando un partido para el infarto y que venís tomando alcohol. de verdad no hace falta hablar de salud. jjjaaja
   3. Si la persona asiste o se vincula con vos es porque te quiere, aprecia o te considera importante en su vida (puede ser que no igual, pero vamos por el si). Así que independientemente del plato, eso es lo que importa. Fortalezcamos ese lazo, el resto se irá trabajando en la medida que nos aceptemos con nuestras singularidades.

Agregaría más cosas, pero mejor me calmo sino es interminable este texto.

Ah si, un par de cositas más: la diversidad es la norma, las plantas tienen proteínas y las personas que las comemos tenemos el mismo derecho y deseo de comer cosas ricas, y en ciertas oportunidades disfrutar de esos platos que nos recuerdan eventos específicos, pero sin animales en el medio. Nadie come pan dulce por las proteínas, ya cómanlo en paz.

Y a la pirotecnia, ni cabida. 

Felices platos, felices fiestas.

Te quiero mucho. 

Nutriló.